Many thanks to Tristan Morris for creating a beautiful illustrated hardcover print edition of the site

tcc-case-title

El abad superior del Clan de la Araña había confiado su más nueva aplicación al monje Wangohan, permitiéndole desarrollarla como deseara. Al fin del primer mes, el maestro Suku fue llamado para revisar el progreso del monje.

“Has elegido un web framework que nunca había sido usado en el templo,” observó Suku. “No puedo decir si lo estás empleando bien o mal, pero tu código se tuerce y retuerce alrededor de la API como una serpiente entre el zarzal.”

“He leído muchas críticas alentadoreas de este framework,” explicó el monje. “Todas fueron promesas escritas en el viento matutino. Ahora esta serpiente ha perdido su camino.”

“Las fosas nasales en la maleza fría; la cola aún caliente al sol,” dijo Suku.

Wangohan sacudió su cabeza. “He llegado demasiado lejos para volver atrás. ¿Qué consejo puedes darme para el viaje hacia adelante?”

“Ninguno en este momento,” dijo Suku. “Pero esta medianoche, lleva una linterna y sigue el camino que atravieza el puente de Zjing. Mandaré a un consejero para que te espere en el otro lado.”

Cuando llegó la hora señalada, Wangohan se escabullió de la abadía y empezó a atravesar el largo y oscilante puente que abarcaba el abismo. Había llegado a su punto medio cuando las tablas del extremo opuesto estallaron en llamas. El fuego derrumbó las cuerdas hacia el monje aterrorizado; medio puente ahora estaba en llamas. En la terrible luz, se podía ver a la maestra Suku en el extremo opuesto, apagando su linterna y alejándose.

Retrocediendo del infierno, Wangohan fue iluminado.