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Después de una inspección superficial, el maestro Java decretó que desde ese momento cada monje del Clan de la Huella de Elefante pescaría su propio pescado, cultivaría su propio arroz, confeccionaría sus propias túnicas y remendaría sus propios zapatos. Al cabo de un mes, los monjes estaban medio desnudos y severamente desnutridos. Los plazos se empezaron a incumplir. El abad imploró al maestro Java que reconsiderara su decisión. “Muy bien”, dijo el maestro Java. “Cada jueves, hacedles también quemar sus túnicas y zapatos, y arrojar su arroz y su pescado al río”. El abad preguntó qué transgresión había cometido su clan para ser merecedor de tal castigo. “¿Castigo?”, dijo el maestro Java. “Sólo intento recompensar. ¿No disfrutan los monjes de la Huella de Elefante de su independencia y autosuficiencia? Eso me dice su código:”. “Cada uno ha escrito prácticamente los mismos Objetos de Acceso a Datos y Objetos de Valores que sus vecinos. Cada uno ha creado sus propias utilidades de Strings y parsers de archivos de configuración. Cada uno se ha tomado exquisitas molestias en diseñar, implementar, integrar, testear, debuguear, reparar y extender aquello que simplemente podría haber tomado de uno de sus hermanos”. “¿Debo ver incompetencia? Si es así, hasta el último monje de la Huella de Elefante deberá ser expulsado del monasterio”. “¿Debo ver ignorancia deliberada? Si es así, la tradición demanda que se cieguen a sí mismos con agujas, y entonces sean expulsados”. “¿Debo ver desprecio por el valor del tiempo? Si es así, las mazmorras aguardan…”. “Pero no”, concluyó el maestro Java. “En vez de eso veo orgullo — el orgullo de cada uno al pensar que el código propio era superior al de sus hermanos. El orgullo es una de las Cuatro Semillas de la Grandeza, y debe ser incentivado. ¡Dejemos a la Huella de Elefante afinar su habilidad con las tijeras y las horcas, con las agujas y las hoces, hasta que cada monje pueda estar igualmente orgulloso de sus buenas túnicas y de la comida de su plato!”. “Quedará poco tiempo para escribir código”, observó el abad. “Y el Emperador es muy literal con el significado de la expresión fecha límite*”. El maestro asintió. “El mercader, últimamente arruinado, sólo conoce la angustia de la pérdida. Mientras que el viejo ermitaño ensalza las virtudes de la austeridad, y no cambiará su estar. ¿Y no son acaso el mismo hombre, separados únicamente por muchos años?”. Y así la Huella de Elefante fue perdonada dos veces y corregida. * En el inglés original, deadline; literalmente línea de la muerte. (N. del T.)
Traducido por José Tordesillas. There is also a different translation by Carlos García Ibáñez. Un extracto de The Codeless Code, por Qi (qi@thecodelesscode.com). Distribuido bajo la Creative Commons Attribution-NonCommercial 3.0 Unported License. |